Alejandro Zuluaga, Natalia Aldana, Sebastián Bustamante, Carolina Gutiérrez.

El compromiso neoplástico cardiaco y pericárdiaco es raro, y cuando se presenta es más frecuente que sea de tipo secundario o metastásico.

El mesotelioma pericárdico maligno es la neoplasia maligna primaria más frecuente del pericardio, sin embargo, su prevalencia es muy baja, del 0,0022 % informada en series de autopsias. A continuación se describe el caso clínico de un paciente con confirmación histológica de mesotelioma pericárdico maligno, su correlación con diferentes modalidades diagnósticas y se realiza una breve revisión del tema.

CASO CLÍNICO

Se trata de un paciente masculino, de 37 años de edad, sin antecedentes patológicos ni exposicionales de importancia, con un cuadro clínico de disnea ante medianos esfuerzos asociado a ortopnea, ascitis y edema en miembros inferiores, de 3 meses de evolución. Al consultar en un centro de salud local fue enfocado como insuficiencia cardiaca congestiva, sin embargo, en ecocardiografía realizada de manera ambulatoria y posterior a su estancia hospitalaria, se encontró marcado derrame pericárdico, por lo cual fue remitido para manejo intrahospitalario. Durante la hospitalización le realizaron pericardiocentesis para descartar infección. También se descartaron causas autoinmunes, metabólicas, hormonales o relacionadas con disfunción orgánica. Se le practicó una Resonancia Magnética Cardiaca, en el cual se encontraron masas intrapericárdicas que realzaron con la administración del medio de contraste.

La radiografía de tórax y la TAC de abdomen y pelvis fueron negativas para masas primarias o adenopatía, por lo tanto los hallazgos de la RM cardiaca fueron sugestivos de un tumor de origen pericárdico, el cual fue confirmado histológicamente después de que el paciente fuer sometido a pericardiectomía pliativa.

Estudio histopatológico de tejido pericárdico

DISCUSIÓN

Las neoplasias de origen cardiaco son entidades raras, con una prevalencia aproximada de 0,02 %-0,056%. El compromiso tumoral pericárdico suele ser metastásico y de 100 a 100 veces más frecuente que el compromiso pericárdico primario, que tiene una prevalencia estimada de 0,001 %-0,007%. El compromiso neoplásico primario del pericardio puede ser benigno o maligno. Las lesiones benignas más frecuentes son el quiste pericárdico y el lipoma; en el grupo de las lesiones malignas la más frecuente es el mesotelioma. El mesotelioma pericárdico es una neoplasia extremadamente rara, la cual presenta mayor prevalencia en hombres entre la quinta y séptima décadas de la vida. Existen tres variantes histológicas que son: epitelial (más común), fibroso o sarcomatoide, la cual está compuesta por células fusiformes (subtipo del paciente), y bifásica o mixta. No tiene un factor etiológico claro, y la exposición a asbesto, como causa, es controversial. Los síntomas del compromiso neoplásico en el pericardio son múltiples y poco específicos; pueden simular a una insuficiencia cardiaca congestiva, e incluyen: disnea, dolor torácido, palpitaciones, edema en miembros inferiores, entre otros. Son consecuencia de la invasión de estructuras mediastinales, pericarditis y derrame pericárdico.

En cuanto a los hallazgos radiológicos de los tumores cardiacos y pericárdicos, la placa simple de tórax muestra una silueta cardiomediastínica de contornos irregulares o incremento en su dimensión.

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La ecocardiografía no arroja resultados muy específicos, el más notable es el engrosamiento pericárdico con derrame; la ecocardiografía transesofágica es más sensible en comparación con la transtorácica.

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La TC y la RM son las herramientas más útiles para el diagnóstico cuando existe sospecha de neoplasia cardiaca o pericárdica, pues permiten la localización de la masa, su relación con estructuras adyacentes y detectan la posible invasión de éstas; además, tienen la posibilidad de mostrar compromiso metastásico, si existe. Por otra parte, la RM permite una mejor resolución de contraste y define la invasión miocárdica, lo cual es importante para proyectar la terapia. En la evaluación con TC o RM, el mesotelioma pericárdico aparece como una masa de realce heterogéneo, con un compromiso de la pleura parietal y visceral, que puede invadir estructuras mediastinales adyacentes.

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Las imágenes de cine-resonancia son particularmente útiles para evaluar el compromiso hemodinámico secundario a la compresión producida por esta lesión. En el 50% de los pacientes se encuentra compromiso metastásico en el momento de la evaluación imagenológica, principalmente en los ganglios linfáticos mediastinales y pulmones.

El pronóstico de esta neoplasia es malo, con un sobrevida que oscila entre 6 semanas y 15 meses a pesar de la terapia. Sin embargo, en casos de enfermedad localizada, la resección quirúrgica puede ser curativa. Muchos de estos pacientes requieren pericardiectomía paliativa, para evitar el taponamiento cardiaco y lograr una mejoría sintomática.

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