Uno de nuestros pilares y valores institucionales es el servicio. Esa expresión del dar y recibir, del comprender y atender, del escuchar y responder. Servir implica ayudar a alguien de forma espontánea, generando empatía y confianza. Significa “ponerse en los zapatos del otro”.
Cada vez es más relevante el servicio y la atención al usuario en las diferentes organizaciones, todas están llamadas a la excelencia en el servicio. Ya los usuarios pueden utilizar varios mecanismos y medios para expresar sus peticiones, quejas, reclamaciones, sugerencias, críticas, deseos, necesidades y sentimientos. Es por esto que el servicio es nuestra mayor fortaleza y lo que nos diferencia.
Ser servicial va más allá de la actitud. Es actitud y acción. La primera nos permite ser capaces de comprender y ponernos en los zapatos de los usuarios, regalarles una sonrisa, una palabra amable o sencillamente escucharlos, brindándoles siempre una amable atención. Y, gracias a la acción podemos resolver con celeridad cualquier incidencia que ocurra, adelantarnos a sus necesidades y procurar siempre el bienestar del paciente asegurando la calidad y comodidad en el servicio y la oportunidad en la entrega.
Tener una actitud de servicio es brindar una atención: cálida, oportuna, segura, con una comunicación asertiva y en la que todos nuestros usuarios se sientan importantes y cuidados.
La Escuela del Servicio, es el espacio de formación donde nuestros colaboradores incentivan y potencian esa cultura del servicio. Durante el mes de junio desarrollamos esta actividad con ellos, orientándolos al SERVICIO CON EXCELENCIA, ya que en una entidad de salud es fundamental ese trato humanizado y servicial hacia nuestros pacientes, que se debe ver reflejado en todo el proceso de atención.
Brindar la mejor atención hace sentir al paciente como en casa, seguro y tranquilo y esto es lo que nos hace los mejores en SERVICIO.