La medicina nuclear es una subespecialidad del campo de las imágenes médicas que utiliza cantidades muy pequeñas de material radioactivo para diagnosticar y determinar la gravedad, o para tratar, una variedad de enfermedades, incluyendo varios tipos de cánceres, enfermedades cardíacas, gastrointestinales, endocrinas, desórdenes neurológicos, y otras anomalías dentro del cuerpo.
Los estudios de medicina nuclear pueden ayudar a los médicos a encontrar tumores y ver cuánto el cáncer se ha propagado en el cuerpo (la etapa del cáncer). También se pueden usar para saber si el tratamiento está funcionando. Estos estudios no causan dolor y normalmente se realizan como un procedimiento ambulatorio (sin hospitalización). El tipo específico de exploración nuclear que se realizará depende del órgano que el médico quiera estudiar. Algunos de los estudios de medicina nuclear más comúnmente usados para el cáncer (los cuales se describen detalladamente más adelante) son:
- Gammagrafías óseas
- Tomografía por emisión de positrones (PET)
- Gammagrafía tiroidea
- Gammagrafías con galio
¿Qué muestran estos estudios?
Los estudios de medicina nuclear crean imágenes basándose en la química del cuerpo (como el metabolismo) en vez de la anatomía y la estructura (como ocurre con otros estudios por imágenes). Estos estudios usan sustancias liquidas llamadas radionúclidos (también llamadas marcadores o radiofármacos) que liberan niveles bajos de radiación.
Los tejidos del cuerpo que están afectados por ciertas enfermedades, como el cáncer, pueden absorber más o menos del marcador que los tejidos normales. Unas cámaras especiales recogen el patrón de radiactividad para crear imágenes que muestran el recorrido del marcador y dónde se acumula.
Si hay cáncer, el tumor puede aparecer en la imagen como un “punto caliente”; un área de mayor actividad celular y absorción del marcador. Dependiendo del tipo de estudio que se lleve a cabo, el tumor puede ser en cambio un “punto frío”; un lugar de menor absorción (y menos actividad celular).
Es posible que los estudios nucleares no encuentren tumores muy pequeños y no siempre pueden indicar si un tumor es realmente cáncer. Estos estudios pueden mostrar algunos problemas en órganos internos y en tejidos mejor que otros estudios por imágenes, aunque no proveen por sí solos imágenes muy detalladas. Por esta razón, a menudo se usan junto con otros estudios de diagnóstico por imágenes para proporcionar un cuadro más completo de lo que está sucediendo. Por ejemplo, las gammagrafías óseas que muestran puntos calientes en el esqueleto suelen ser seguidas de radiografías de los huesos afectados, las cuales son mejores para mostrar los detalles de la estructura ósea.
Estos estudios de medicina nuclear se utilizan comúnmente para detectar el cáncer:
Gammagrafía ósea: las gammagrafías óseas buscan cánceres que pueden haberse propagado (metastatizado) desde otros sitios a los huesos. Con frecuencia, estos estudios pueden detectar cambios mucho antes que las radiografías comunes. El marcador se concentra en el hueso durante unas horas, luego se completa el estudio.
Tomografía por emisión de positrones (PET): por lo general, la PET usa una forma de azúcar radiactivo. Las células del cuerpo asimilan diferentes cantidades de azúcar, dependiendo de qué tan rápido están creciendo. Las células cancerosas, las cuales crecen rápidamente, son más propensas a absorber cantidades más grandes de azúcar que las células normales. Se le pedirá que no consuma líquidos azucarados durante varias horas antes del examen.
PET/CT: los médicos suelen utilizar las máquinas que combinan una PET con una Tomografía (CT). Los estudios PET/CT proporcionan información sobre cualquier área de mayor actividad celular (debido a la PET), y muestran más detalles en estas áreas (debido a la Tomografía).
Gammagrafía tiroidea: en este estudio usted ingiere yodo radiactivo (yodo-123 o yodo-131) que pasa al torrente sanguíneo y se acumula en la glándula tiroides. Este estudio se puede emplear para encontrar cánceres de tiroides. El yodo radiactivo también se puede usar para tratar el cáncer de tiroides. Es posible que este estudio no funcione de la manera que debería si usted toma sustancias que contienen yodo (por ejemplo, algas marinas, jarabes para la tos, multivitaminas o determinados medicamentos para el corazón). Asegúrese de informar a su médico si usted es alérgico a los mariscos o al yodo. Hable con el médico acerca de lo que usted necesita hacer para prepararse para este examen.
Gammagrafías con galio: el galio-67 es el marcador que se usa en este estudio para detectar cáncer en ciertos órganos. También se puede usar para una exploración de cuerpo entero. El escáner busca los lugares donde el galio se haya acumulado en el cuerpo. Estas zonas podrían ser infección, inflamación o cáncer.
¿Cómo se prepara para el estudio?
Los pasos necesarios para prepararse para un estudio de medicina nuclear dependen del tipo de estudio y del tejido que se estudiará. Algunos estudios requieren que no coma ni beba nada de 2 a 12 horas antes del examen. Para otros, se le puede pedir que tome un laxante o que use un enema. Asegúrese de que su médico o enfermera sepa todo lo que usted toma, incluso los medicamentos que no requieren receta, las vitaminas y las hierbas. Es posible que necesite evitar algunos medicamentos (con y sin receta) antes del estudio. Su equipo de atención médica le dará instrucciones.
Las reacciones a los materiales radiactivos son poco comunes. Aun así, asegúrese de informar al médico acerca de cualquier alergia y si usted ha tenido problemas al someterse a estudios de medicina nuclear en el pasado.
Usted puede recibir el material radiactivo desde unos minutos a muchas horas antes del estudio. Por ejemplo, en una gammagrafía ósea, el marcador se coloca en una vena de un brazo aproximadamente 2 horas antes del inicio del estudio. Para las gammagrafías con galio, el marcador se administra unos días antes del estudio.
¿Cómo se realiza el estudio?
En la mayoría de los casos se le suministra un marcador que emite pequeñas dosis de radiación. Si se suministra en la sangre, se utilizará una aguja que se introduce en una vena de una mano o un brazo.
Debido a los materiales especiales y al equipo necesarios, estos estudios generalmente se realizan en el departamento de radiología o de medicina nuclear de un hospital. Puede que se le permita usar su propia ropa o puede que le provean una bata para que la use durante el examen. Necesitará quitarse cualquier joya u objeto de metal que podría interferir con el estudio.
La máquina tiene un agujero en la mitad y se parece a una rosquilla o dona (doughnut) grande. Usted se acuesta sobre una mesa acojinada que se desliza hacia atrás y hacia delante por el agujero en el escáner. Usted necesitará permanecer inmóvil mientras se realiza el examen. El técnico le puede pedir que cambie de posiciones para permitir que se tomen diferentes vistas. La mesa puede llegar a ser incómoda después de un tiempo.
Para una gammagrafía de la tiroides, usted puede sentarse en una silla frente al escáner. El escáner está configurado de manera que esté justo delante de su cuello y que su barbilla descanse en la parte superior. (La glándula tiroides está en la parte delantera del cuello).
Para realizar una ventriculografía nuclear, usted se acostará sobre una mesa plana y se coloca una cámara grande sobre su pecho.
¿Cuánto tiempo dura el estudio?
Por lo general, un estudio de medicina nuclear lleva aproximadamente de 30 a 60 minutos, más el tiempo de espera después de que se administra el material radiactivo.
Para las gammagrafías óseas, el material toma de 2 a 3 horas para ser absorbido. Durante este tiempo, usted podrá quedarse en la clínica de radiología y le pedirán que beba mucha agua para ayudar a eliminar cualquier marcador que no se haya acumulado en los huesos. El estudio en sí toma aproximadamente una hora.
La tomografía por emisión de positrones toma de 20 a 30 minutos, pero usted tiene que esperar una hora para que el marcador se concentre en el órgano que se va a estudiar.
Para una gammagrafía tiroidea, usted toma el marcador radiactivo en forma de líquido o pastilla aproximadamente 24 horas antes del estudio. El estudio toma menos de 30 minutos.
La ventriculografía nuclear puede tomar hasta 3 horas, dependiendo de cuántas imágenes sean necesarias.
Las gammagrafías con galio toman varios días entre la inyección y el estudio en sí. A veces las personas son escaneadas más de una vez después de la inyección. El estudio toma de 30 a 60 minutos.
Los resultados de los estudios de medicina nuclear por lo general están disponibles en unos pocos días.
¿Cuáles son las posibles complicaciones?
En general, los estudios de medicina nuclear son exámenes seguros. Las dosis de radiación son muy pequeñas y los radionúclidos tienen bajo riesgo de ser tóxicos o de causar una reacción alérgica.
Algunas personas pueden sentir dolor o tener hinchazón en el sitio donde se inyecta el material en una vena.
En pocas ocasiones, algunas personas presentarán fiebre o una reacción alérgica cuando se les administra un anticuerpo monoclonal.
¿Qué más debe saber acerca de estos estudios?
- La exposición a la radiación de un explorador nuclear proviene de radionúclidos usados (el explorador por sí solo no emite radiación). El material radiactivo en su cuerpo disminuirá naturalmente y perderá su radiactividad con el paso del tiempo. También puede que se elimine del cuerpo a través de la orina o las heces fecales dentro de pocas horas o pocos días. Pregunte a su equipo de atención médica si necesita tomar precauciones en cuanto a tener relaciones sexuales o estar cerca de los niños o de mujeres embarazadas después de estos estudios.
- Se le pedirá que tome mucha agua para eliminar el material radiactivo.
- Para reducir el riesgo de exponerse al material radiactivo en su orina después del estudio, usted debe bajar la tapa del inodoro y tirar la cadena tan pronto como lo haya utilizado.
- En pocas ocasiones, los estudios de medicina nuclear se recomiendan a mujeres embarazadas, por lo que debe informar a su médico si usted está o podría estar embarazada.
- Si está lactando a su bebé, asegúrese de decírselo a su médico con anticipación. Es posible que tenga que extraer la leche materna y desecharla hasta que el radionúclido se haya eliminado de su sistema.
Si desea conocer los estudios de Medicina Nuclear que realizamos en CediMed lo invitamos a dar clic aquí
Referencia: American Cancer Society